HIJO DE UNA VIOLACIÓN
Cuenta la historia que hace muchos años,
había en una aldea dos hermanos,
él era mayor, hombre fornido, ella una dulce mariposa,
que sus alas comenzaba a desplegar.
Fue una noche que la bella jovencita en su cuarto
se encontraba, cuando su hermano
entro a besarla, al verla desnudarse,
de ella prendado se quedó, y entonces…
hacia ella se abalanzó, y allí mismo le poseyó,
Ella que no sabía nada del amor,
pasiva se encontró, sin hacer nada por evitar aquel horror,
el a ella le contaba que aquello era normal,
que no se preocupara.
Mas ella, se sentía sucia y avergonzada,
y a nadie dijo nada, ni con su madre hablaba…
de aquellas visitas clandestinas, no se atrevía a decir…
que su hermano cada noche la violaba.
Fue pasando el tiempo lento, pero…
el cuerpo de la jovencita empezó a transformarse,
de repente un día sintió que dentro de ella
algo se movía, pero siguió sin decir nada,
hasta que su madre cuanta se fue dando de qué…
poco a poco su hija, de niña a mujer pasaba.
Consiguió la confesión, tras muchas charlas en su habitación,
de quien aquella afrenta le causó.
Entonces hablaron los padres, largo y tendido,
y llegaron a la conclusión que al hijo al extranjero se marchara.
A cuba se fue aquel vil violador, sin conocer la cara de su hijo.
La joven, empezó a olvidar aquella aberración.
Eran tiempos difíciles, donde la mujer soltera con hijo,
nada tenía que hacer… por lo que aquel niño que
de aquella violación nació, sin padre creció.
Los padres de la joven, de dolor y vergüenza
se murieron poco a poco, sin ver a su desaprensivo
hijo de nuevo, ni crecer a su nieto.
Solos en el mundo se quedaron…
aquel niño y su madre se tenían,
solo la tía de la joven ayudó criarlo.
Ya en la vida se abrió camino con su hijo,
aquella joven inocente mancilla por su hermano.
Por entonces en aquel pueblo, donde madre e hijo vivían,
había también un joven que viudo se quedó,
solo con una hija se quedó.
Hablaron, el joven y la joven con la tía Constantina,
y acordaron juntar sus vidas, y criar sus hijos.
Juntos empezaron una nueva vida con los hijos de ambos,
más seis que de ellos dos nacieron,
y con los ocho niños emprendieron la vida.
Felices vivieron, hasta que la hora de morir llegó,
muy temprano murió el joven padre a los 54 años,
y después, a los 68 años murió la joven madre.
P.D:Ésta es una historia verídica,
la de alguien de mi pasado,
que yo no la conocí personalmente,
pero me lo contaron mis padres.
Rotsita (cuenta la historia que le relataron)