Llegaste con las luces del alba, repleto de amor y ansias, yo entre sábanas te esperaba, con inmenso amor me tomaste, para amar mi cuerpo en plenitud.
Ceñida a tu cintura me encontraba. mi cuerpo era tu autopista, por él, subías y bajabas, tu lengua todo mi néctar libaba, mientras la mía, con ardor respondía.
Fuimos cómplices en ésta cama, donde nos dimos el más ardiente amor, aquí se juntaron nuestros cuerpos, unidos también en un mismo placer,